sábado, 2 de febrero de 2008

Flickr


Para aquellos que no la conozcan, Flickr es una página de internet que permite a los usuarios subir sus fotos y compartirlas con cualquiera que tenga acceso a la red. En otras palabras: es un album de fotos virtual.

Pese a que tengo una cuenta gratuita desde hace tiempo, recientemente caí en la tentación de mejorarla a cuenta de pago, ya que me permite espacio ilimitado y una organización de las fotos más eficiente.

Sigo conservando mis álbumes de fotos tradicionales, pero siempre me parecieron fastidiosos. Tienes que comprarlos y llevarlos a cuestas si quieres enseñar tus fotos. Además, considerando que es cuestión de tiempo que la fotografía digital borre del mapa a la tradicional, te cuesta dinero adicional el imprimir las fotos digitales. En cuanto pueda (es uno de esos proyectos a largo, larguísimo plazo) me gustaría digitalizarlas y ponerlas en internet, así como los álbumes de mis padres.

Apenas he empezado a sacarle partido, pero aparte de que son más accesibles, de algún modo el hecho de que mis fotos están en un servidor me da la sensación de que son más duraderas, de que van a perdurar en el tiempo. Que no se van a romper por el uso, o perder por mi mala cabeza. De acuerdo, es una tontería porque si mañana Flickr quiebra todas ellas desaparecerían (por eso guardo un backup de todas), pero quién sabe. Quizá esa sensación de que internet es una realidad inestable sea una mentalidad heredada de mi infancia del siglo pasado, en que la único real es aquello que puedes ver y tocar.

Pero volviendo al tema inicial, Flickr permite a la gente a la que importo ver imágenes de mi vida con poco esfuerzo, y eso en cierto modo es impagable. Aunque el interfaz sea algo complejo, os recomiendo su uso.

2 comentarios:

Unknown dijo...

complicado el interface? se esta ud haciendo mayor, anciano!

Porerror dijo...

Es curioso lo que comentas sobre la dicotomía archivo/hard copy. A mí me ocurre justo al contrario que a ti: con una foto en la mano, pienso que tengo algo duradero (aunque sepa que se me puede mojar, quemar, la pueden pintar o comérsela el perro). Con los archivos digitales, de fotos y también de texto, siempre me da la sensación de que eso no existe, porque está en un limbo que no comprendo y en cualquier momento se puede borrar, o irse al carajo por un virus. Supongo que es lo que apuntas, herencia del siglo XX (mi siglo, gracias).