El fin de semana pasado, en un viaje relámpago, me planté en Córdoba para el puente de semana santa. No tuve mucho tiempo de antelación para comprar los billetes porque hasta una semana antes no sabía si íbamos a trabajar esos días.
El viaje me sirvió para tantear el tema del coste del viaje y su duración. En la ida cogí un vuelo de LAN Chile a Madrid que suele ir vacío y lo dejan barato, pero en mi caso iba bastante lleno. Tuve que hacer noche en casa de mi madrina porque llegué a las 23:00. Luego un AVE hasta Córdoba, donde apenas estuve dos días, tiempo suficiente para ver a Enrique que está a punto de dar a luz, y que mis padres están bien.
Luego, a la vuelta otro trayecto en AVE y un vuelo en Ryanair que me dejó en un aeropuerto llamado Frankfurt Hahn pero que no está en Frankfurt ni de lejos. Dos horas tardé en llegar en autobús.
En fin, unos 450 euros. Y parece que tuve suerte.