
Después de año y medio en Grin, he tomado la decisión de irme de la empresa a principios de octubre. Ha sido un proyecto corto e intenso, interesante en muchos aspectos... pero mi ciclo en esta empresa se ha acabado, motivado por profundas desconfianzas hacia la organización, el proceso de producción, el ambiente laboral y el futuro de la empresa en general.
Mi máxima a la hora de afrontar un trabajo es si me hace feliz o no, no si me hace trepar más o menos profesionalmente. Me puedo equivocar, pero esa es mi decisión. Pese a que en Grin se me han abierto interesantes oportunidades y experiencias nuevas, la realidad es que me levanto por las mañanas de mala leche. Esto no es lo que busco en un trabajo. Y por ello me voy. Les deseo a mis próximos ex-compañeros suerte en los próximos proyectos, y afronto con ilusión una nueva etapa. Alea jacta est.