sábado, 20 de febrero de 2010

Beato Álvaro de Córdoba


El caso es que ayer fue mi santo, que en realidad no lo es porque no existe un San Álvaro, se quedó apenas en Beato. Mi madre insistió en ir a comer a algún sitio, así que fuimos a un restaurante cercano al pantano de Iznájar, al sur de Córdoba pegando con Granada. Aquí dejo algunas fotos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Última versión en proceso


Aunque más tarde de lo previsto, ya conseguí el feedback de todos los elegidos. Lo he compilado y cotejado con mis propias notas. Tras ello he hecho una lista de ‘bugs’ que tiene la novela, y me he tirado una semana pensando en qué solución le voy a dar a cada uno. Con las ideas más claras, ahora comienzo a escribir la última versión.

El feedback en general ha sido bastante bueno. No ha gustado el ritmo a ratos acelerado de la narración, algún personaje suelto y las motivaciones de varios de los personajes principales. Por el contrario a todos les ha gustado la historia, sus enigmas e incluso varios personajes que no esperaba que tuvieran tirón.

En fin, esta ya es la recta final. En cuanto termine de corregir la lista de (varios cientos de) fallos tendré la última versión, el que quiera podrá leerla y comenzaré a moverla por editoriales.

viernes, 5 de febrero de 2010

Último arreón


Ahora que mi padre está bien, he retomado la novela. Llevo una semana con la nueva (y espero que última) versión.

No tengo todo el feedback de los ‘elegidos’ ya que faltan dos por mandarme el cuestionario, pero sí puedo empezar a hacer mi propio listado de tareas. Básicamente eso es en lo que ando ahora, leyendo la novela y tomando notas de los cambios que haré. No van a ser muy profundos, pero sí modificaré cosas en base al feedback inicial que me han dado, fundamentalmente reforzar algunas de las subtramas que hay, para que tanto los personajes como las historias estén mejor explicadas.

Seguiremos informando.

lunes, 1 de febrero de 2010

La vejiga sigue jugando


Pues finalmente las mejores noticias: La operación fue un éxito y extirpó todos los pólipos que había. Según parece si no hubiera sido así le tendrían que haber quitado la vejiga a mi padre.

Ahora simplemente tiene que someterse a un procedimiento preventivo y eso sí, revisiones periódicas. Ha habido suerte.