sábado, 30 de agosto de 2014

Cuéntame un cuento y verás que contento


Me he dado cuenta que no le he dado ninguna publicidad, pero el caso es que hace poco subí a Amazon otro cuento, este casi una novela corta, llamado "El último caso del Doctor Watson y Sherlock Holmes".

Su larga extensión lo hacía inapropiado para los concursos literarios, y pensé que estaría bien que tenga su oportunidad al menos. Además, va a entrar en un certamen organizado por el diario El Mundo. Dudo que gane, ya que las ventas es un criterio de valoración para el vencedor, pero mejor eso que estar ahí olvidado en mi disco duro.

Por el momento no he tenido mucha suerte en Amazon. He subido dos cuentos y apenas he vendido unas decenas de ejemplares entre familiares y amigos. No tengo estrategia de marketing alguna, y ese mercado es una jungla con muchos competidores. Si a alguien se le ocurre alguna idea de cómo destacarme del resto, soy todo oídos.

Como curiosidad, hace un par de días me contactó un antiguo compañero de colegio por Facebook. Hacía años que no sabía de él y resulta que se estaba leyendo mis cuentos! Parece que, al menos, sirven para mantener el contacto con viejos amigos. Un abrazo, Pedro ;)

domingo, 10 de agosto de 2014

No hay hielo

Pues el caso es que aquí en Alemania no están en la cultura del hielo. Para nada. Las coca-colas te las sirven sin él, y es difícil encontrar bolsas de hielo. Incluso en verano. No, tampoco hay botellones.

Descubrí coca-colas a la vainilla en mi supermercado habitual, y ayer quise tomarme una. Busqué en 5 supermercados y en ninguno había hielo a la venta. Ni tampoco bolsitas para rellenar de agua y congelar. Nada, nasti, niente, res, nothing.


Al final en una gasolinera encontré bolsas de hielo picado. A mí me gusta más en cubitos, pero qué se le va a hacer. Son raros estos alemanes.