Sobre el papel pagar dos departamentos con dinero público por hacer más o menos lo mismo huele mal. Y más en las actuales circunstancias, que el país entero está descubriendo a golpe de prima de riesgo que el dinero público no sale de un pozo mágico, sino que lo pagamos entre todos. Pero es aún peor si además esos servicios no funcionan en absoluto.
Sirva de ejemplo lo que me está sucediendo en el registro de la propiedad intelectual en Córdoba: Este es un servicio que no debe entrar en valorar el contenido que se da de alta allí. Son básicamente un certificado de que cierto día a cierta hora tú llevaste un documento allí. En caso de pleito tú pides un duplicado de lo registrado y un informe que explique cuándo se hizo, y ya el juez decide.
Cuando yo vivía en Madrid registraba mis cuentos y formatos en el registro central. Tardabas 1 hora aprox en hacer los trámites y a los 6-8 meses te llegaba el certificado de que había sido inscrito, y a seguir para adelante.
El caso es que esta competencia está ahora en manos de la Junta de Andalucía. Debido a mi lugar de residencia en los últimos años he tratado con la oficina de Córdoba, y los resultados son sustancialmente diferentes: De entrada me han rechazado un registro por estar escrito en inglés. Hasta donde yo sé no deberían ya que el contenido no es de su incumbencia. Pero podría equivocarme, lo mismo existe alguna cláusula en ese sentido que desconozco. Sin embargo en Madrid no les importaba el lenguaje usado, y ya puestos ¿por qué no me dijo nada el funcionario de la oficina de Córdoba cuando lo registré?
Y lo segundo: Llevo 2 años esperando que me den contestación a los registros hechos (bueno, el que estaba en inglés si recibió contestación, negativa en su caso). Sencillamente esa oficina no funciona. Hemos llamado, hemos ido, hemos solicitado, hemos insistido constantemente tanto allí como en la oficina de Sevilla pero ambos se culpan mutuamente de los retrasos, y tengo la novela sin registrar. Cada vez que hablamos con el funcionario en Córdoba se tira 10 minutos contándote historias de lo malvados que son en Sevilla, que si el silencio administrativo lo soluciona todo y te vuelves a casa igual que estabas.
Aprovechando que estoy aquí, el otro día fui de nuevo y esta vez el tipo tiene la desvergüenza de decirme que no sabe nada de haber hablado con nadie, y que si no hemos presentado un escrito que para él es como si no existiéramos. Me mordí la lengua y presenté el puñetero escrito, así como una queja en el libro de reclamaciones. No sé si dará resultado, pero desde luego en este debate de duplicidad de servicios yo ya tengo decidido que me quedo con uno que funcione a muchos que solo sirven para dar cobijo a inútiles.
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