martes, 17 de enero de 2012

Praga, descanse en paz


Ayer se sacrificó a Praga, una de las dos perras que tienen mis padres. El pobre animal no levantaba cabeza desde que el año pasado, en la fiesta de la familia, se comió una serpentina metálica que se le desenredó en el estómago y tuvieron que abrirle los intestinos para sacársela. Aquello degeneró en una serie de problemas digestivos y al final del sistema nervioso que hicieron que se quedara en los huesos, no tuviera reflejos ni control muscular y apenas comiera o defecara.

Después de mucho llevarla a la clínica veterinaria y que nos dijeran que todos los análisis salían bien, la llevamos a la clínica universitaria y allí le diagnosticaron una rara enfermedad que le afectaba el sistema nervioso. Le recetaron unos remedios paliativos que no quiso o no pudo ingerir, y al final hubo que sacrificarla.

La que peor lo lleva es, claro, mi madre. De las dos perras era la que se portaba bien, no como la hermana que está loca perdida. Al final van a tener razón cuando dicen que siempre se van los mejores. Pero bueno, se han quedado con el cuerpo allí en la universidad para estudiarla. Al menos va a servir para la ciencia.

5 comentarios:

Hank dijo...

Vaya, hombre, lo siento de veras.
Yo tuve una perrica 17 años y cuando murió puede imaginarse el drama.
Al menos seguro que ha tenido una vida llena de mimos y cuidados.
Quédese con eso.

Alvaro Vazquez de la Torre dijo...

Si, tengo un par de amigos veterinarios que me han contado lo que le hace la gente a sus perros y se te pone el pelo de punta. Esta al menos vivio tranquilita los 11 años que estuvo con nosotros.

castillo dijo...

Lo siento mucho, Anciano.
Se lo que es perder a un perro y duele mucho.

Anónimo dijo...

Todavía se me saltan las lágrimas cada vez que lo pienso...
la sister

Madre dijo...

Pues vaya, se me ocurre ver tu blog y me encuentro con la perrica. Se me caen las lágrimas a raudales. A su hermana ahora hay que prestarle más atención, se nota que le falta algo y requiere más atención ...