lunes, 12 de enero de 2009

Y yo que no me fío de Obama...


No, no me fío de Obama. No tengo nada contra él, pero ya no me fío de nada de lo que diga ningún presidente norteamericano. Hay una ilusión desmedida en torno a su figura, tanto en USA como en el resto del mundo. Supongo que por ser joven, demócrata (lo más parecido a un rojillo que los americanos van a aceptar), mulato y traer promesas de cambio.

Pero Obama no tiene prácticamente experiencia de gestión. Ha sido senador relativamente poco tiempo. Y su mayor valor es que habla bien y promete mucho. Demasiados inútiles vendemotos han basado sus carreras en base a ello. Quisiera ver algo de su política en acción. Ojalá represente un cambio de verdad, pero yo ya no creo promesas. Quiero ver resultados. El 20 comienza su mandato. Por el momento yes, but... you can?.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola wapo!
Estoy bastante de acuerdo con este texto... Obviamente, Obama era la mejor opción, pero de ahí a que veamos cambios importantes va un mundo...
Ojalá que no tengamos razón pero en un añito o así podremos ver si de verdad este tipo es lo que nos quieren hacer creer.
Besos, Nekane.

Porerror dijo...

Sí, sí: Obama se ha convertido en "la gran esperanza... negra". La cosa es que algunos lo han acogido como a un santo laico, como a un mesías, algo que por cierto la foto de tu post nos trae al subconsciente con esa estética.

Anónimo dijo...

Pues qué queréis que os diga, yo me he dejado llevar intencionadamente por el espíritu de esperanza...más que nada porque falta nos hace creer en la bodad humana. Además...por muy mal que lo haga, casi que peor no podemos estar, no?
lvtc

Alvaro Vazquez de la Torre dijo...

En el fondo me encantaría que realmente cambie algo (por cierto, hola Nekane!) pero creo que le están subiendo a los altares sin haber siquiera jurado su cargo.

Con tal grado de entusiasmo me da miedo que luego, cuando empiece a gobernar y se enmierde la gente se desencante aún más.

Sé que es ser ave de mal agüero, pero Kennedy evitó manchar su figura siendo asesinado y elevado a mito. Todos los presidentes demócratas desde entonces apelan al espíritu JFK. Pero ¿qué habría pasado si no hubiera muerto? El fue quien comenzó el despliegue gringo en Vietnam, y los conflictos que afrontó el país en la segunda mitad de los 60 no eran moco de pavo. Quizá hubiera sido otro Nixon, u otro Clinton (si hubieran descubierto lo suyo con Marilyn)...

Pero bueno, sí, que le vaya todo muy bien. Hay que tener esperanza. Y Lucía, lo de anónimo queda raro ;)