miércoles, 29 de agosto de 2007
La meva empresa
En realidad apenas he comentado nada de mi trabajo. Mi nueva empresa se llama Grin, y son unos suecos que, como la cosa les iba bien allí en Estocolmo, decidieron montar una sucursal en Barcelona. Aparentemente han querido hacerlo a lo grande, y han pillado unas oficinas en la Torre Mapfre, junto a la playa. Las vistas son realmente bonitas (http://flickr.com/photos/77112823@N00/sets/72157601671665116/)
Apenas somos 40, pero estamos llevando 3 proyectos: el port a Ps3 de uno de los proyectos de Estocolmo, unos mapas para el UT3 y el proyecto en que me encuentro yo, el videojuego de una peli que se estrena el año que viene, con Angelina Jolie y Morgan Freeman.
Las fechas son ajustadas, y pese a que el equipo es profesional y tiene mucha ilusión, vamos a ir bastante ajustados para llegar a las fechas. Creo que deberíamos poder cumplir con los milestones si nos mantenemos dentro de los límites de nuestras posibilidades. El tiempo lo dirá.
Sorprendentemente la estructura de empresa de Grin se parece mucho a la de mi anterior empresa. Ambas tienen una plantilla no superior a las 200 personas, y tienen dueños privados. La mayor diferencia que he visto es fundamentalmente de actitud: mientras en Pyro tienen una mentalidad épica por la que el juego supera a todo lo antes visto o nada, en Grin son fundamentalmente una empresa de encargos. Los publishers les pagan por hacer un buen juego en unas fechas determinadas, y eso es todo. Lo importante es cumplir fechas, y que el proyecto progrese. Por el momento han hecho buenos juegos. Esperemos que el mío no sea una excepción.
jueves, 16 de agosto de 2007
Llar, dolç llar
Finalmente encontré piso. Se trata de un pequeño ático en la Barceloneta que ya había visitado hacía tiempo. En su día lo rechacé porque el precio era algo caro para un cuarto sin ascensor. Lo descubrí rebajado, y las ecuatorianas que regentan la agencia inmobiliaria me dijeron que la dueña había autorizado a reducir el precio porque había estado sin alquilarse durante 3 semanas, y ya se había puesto nerviosa. El nuevo precio me convenía, y como necesitaba un sitio donde quedarme, pues allá que voy.
Pese a estar a 2 min de la playa no tiene vista ninguna, y además al ser un ático durante el día hace un calor insano. Por lo demás está amueblado y es cuco. Y por encima de todo está MUY cerca de mi trabajo, a 5 minutos en bicicleta. Un lujo. En conjunto tengo buen feeling respecto a ese piso. Después de 8 años de compartir piso, vamos a ver qué tal me va viviendo solo. Ya iremos contando.
lunes, 13 de agosto de 2007
Hacienda som tots
Hace unas semanas viví un hecho que me dejó boquiabierto. Como es habitual, se me olvidó la fecha límite para presentar la declaración de hacienda (a Iria y a Nacho esto les sonará :D). El último día de presentaciones busqué apresuradamente en internet una oficina cercana. Afortunadamente había una muy cerca del trabajo. Me lancé allí para ver si podía presentarla así, a las bravas, sin programa padre ni nóminas ni hostias. Con mi DNI, mi cara bonita y ya está.
El último día del año anterior incluyó colas kilométricas, desinformación generalizada, pasotismo funcionarial, motín ciudadano, 300 personas dando alaridos al unísono e intervención final de la policía en la oficina de Guzmán el Bueno. Y eso que yo llevaba nóminas, atestados bancarios y todo.
Me planté en la oficina de Carrer Josep Pla, y ya comencé a ver que allí pasaba algo raro. No había colas kilométricas por ningún lado. Una segurata algo aburrida me indicó la segunda planta. No escuché gritos desesperados, ni arañazos entre contribuyentes.
En la segunda planta había 4 o 5 funcionarios con aspecto soñoliento. Y ya está. No había gente de ningún tipo. Obviamente me había equivocado. Esa no podía ser una oficina de hacienda en el último día de la declaración. Algo estaba pasando. La invasión de los ultracuerpos finalmente había alcanzado Barcelona.
Con cara de no creérmelo me dirigí al primer funcionario que estableció contacto visual conmigo. Le expuse mi caso y contra todo pronóstico pareció solidarizarse con mi dilema. Me pidió mi DNI, buscó algo en un ordenador e imprimió unas hojas.
'Bueno, pues le sale a pagar 28 euros. Sin embargo, dado que solo tuvo un pagador y que el total no excede los X mil euros anuales, no tiene porqué hacerla', me dijo el tipo.
Le insistí, incrédulo: '¿Cómo dice? ¿Que no tengo que hacerla si no quiero?'. 'Sí, eso es', contestó, 'solo tendría que hacerla si...'.
No sé qué más diría. A esas alturas yo ya estaba a tres calles de distancia soltando carcajadas que se oirían en Aguilar de Campooo, y dejando una estela de polvo como la del Correcaminos. Una vez más, la campana me salvó.
Con todo, me parece fabuloso el hecho de que no hubiera colas en la oficina. Parece que los catalanes pagan sus impuestos puntualmente y con antelación. Al final va a tener razón Carod-Rovira. Son verdaderamente la raza superior. Visca Catalunya!
domingo, 5 de agosto de 2007
Factures
Mi nueva empresa tenía un cierto presupuesto de recolocación para los que veníamos desde fuera de Barcelona. Mi intención era incluir las facturas de la mudanza en dicho concepto. Sin embargo, tras el 'incidente' con la furgoneta, los de Europcar Sants se negaron a darme factura hasta que su mecánico evaluara si el fallo fue mecánico o negligencia mía. Me prometieron respuesta telefónica en un máximo de una semana.
Naturalmente nadie me llamó, y su teléfono comunicaba eternamente. Esperanza me recomendó una actitud agresiva hacia ellos. Hasta ponerles una denuncia, llegado el caso, por poner en riesgo mi vida. A la segunda semana me desplacé a Sants y allí me dijeron que no podían hacer nada, que esperaban respuesta del mecánico. Les puse una reclamación y esperé acontecimientos.
Dos días después me llamó el jefe de Europcar Sants. Me dijo que ya tenían el peritaje y que el cable del embrague se había roto. La reparación eran 600 euros, y que a ver cómo quería pagarlos. Le dije que no estaba de acuerdo con la evaluación, y que iba a llegar a las últimas consecuencias. Inmediatamente el tipo se puso de mi parte, me dijo que era raro que hubiera fallado el coche tan pronto (apenas llevaba recorridos 10 km), que aquello no era normal... 'Mire, yo creo que ud. tiene razón, esto no es normal. Déjeme que hable con el mecánico de nuevo'.
Aquello sonó a que había intentado colármela, pero como no había funcionado ahora iban a hacer un poco de teatro y al final iban a tirar la factura para quedar como unos tipos espléndidos. Esperamos acontecimientos...
miércoles, 1 de agosto de 2007
Okupació!
Pese a que la búsqueda de piso era una prioridad, la cosa se retrasaba. En el trabajo estaba muy ocupado, la dentista me hacía perder un par de tardes a la semana, tenía temas de la mudanza coleando... En fin, no tenía mucho tiempo.
Pese a que Esperanza me daba cobijo sin límite, tampoco hay que abusar. Sin embargo, yo tenía unos requisitos bastante marcados para el piso: precio, disposición de las habitaciones, muebles y sobre todo que estuviese realmente cerca de mi trabajo. Dado que las oficinas de mi empresa van a estar prácticamente en la playa, esto significa que o edifican en el fondo marino (espero que esto no dé ideas a ningún concejal de urbanismo que esté leyendo) o el número de barrios donde buscar es limitado.
Finalmente, y con un poco de chiripa (o eso pensé) encontré un piso que me podría convenir. Según parece el dueño anterior había sido desalojado con una orden de desahucio. No estaba amueblado, no tenía lavadora y era un primero (demasiado accesible para los ladrones) pero por lo demás estaba arreglado. Pensé que no hay pisos perfectos, así que pagué una señal y lo reservé.
El día marcado para la firma del contrato me presenté en las oficinas de la agencia y (gracias a dios) pedí que me enseñaran el inmueble una vez más. Qué raro, cuando llegamos allí la llave del portal no encajaba. Una vecina nos abrió, y la llave de la puerta tampoco iba. Comoquiera que notó que trataban de entrar, la inquilina de MI piso abrió la puerta. Parecía muy instalada, hasta estaba cocinando. Nos dijo que el piso no estaba en alquiler, que hasta que no se le pagara lo que le debían que de allí no se movía. 'Yo de aquí no me muevo. Big problem, aquí Big problem', decía la tipa.
De vuelta en la agencia, me explicaron que aquella debía ser la mujer del albañil que hizo los arreglos en la casa, y que debían haber decidido okupar la casa. La de la agencia, viendo que perdía un cliente, me insistió en que 'llamo a los mossos y esa mujer está mañana fuera de allí y entras tú'. Yo le dije que todo aquello estaba muy bien, pero que no me fiaba de entrar en un piso problemático.
La vendedora, en un último esfuerzo por convencerme de que ellos eran gente seria, me contó la historia del piso: resulta que había sido un centro de venta de droga, y que los mossos habían entrado a sangre y fuego hacía unas semanas. La orden de desahucio eran más bien unas vacaciones pagadas en la Modelo. Me enseñó fotos de cómo había quedado el piso. ¿Has visto esas escenas de pelis cuando la CIA registra un piso y lo deja todo al revés? Pues peor.
Aparte de que parecía que cualquiera tenía llave de mi piso, los yonkis se presentarían allí a cualquier hora a comprar tema. Les dije que me devolvieran la señal, cosa que hicieron, y salí de allí dejando una estela de humo como la del Correcaminos. Vuelta a empezar.
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