miércoles, 11 de mayo de 2011

Sumisión al dios Caralibro


Desde hace años me he resistido a entrar en Facebook. Sí, no soy lo que se dice un modelo de persona social, pero nunca le he visto un hueco real a dicha aplicación en mi vida. Vale, puedes relacionarte con gente a la que hace tiempo que no ves... pero más que mantener el contacto los tienes metidos hasta en la ducha. Es más, en muchos casos hay BUENAS razones para no estar en contacto con ciertas personas de tu pasado.

En fin, hinqué la rodilla con el éxito de los juegos sociales para Facebook (como Farmville). Es una parte importante de la industria del videojuego, y no podía ser ajeno a ella para siempre. Así que sí, tengo una puta granjita y diariamente planto/cosecho hasta el infinito. Tengo también una ciudad en City of Wonder, pero en ambos casos me he negado a reclutar amistades para que cliquen vaquitas. Sigo pensando que esos juegos son tan sociales como una estructura piramidal en la que solo se benefician los de arriba.

Pero bueno, por darle una utilidad y dado que parece que puede servir para entrar en contacto con gente del mundillo literario, he convertido mi cuenta de Facebook en una especie de base de datos de todo lo que se refiera a mi actividad literaria. Allí postearé todos mis avances en ese campo. A ver si son muchos, hostia!

1 comentario:

Hank dijo...

Yo sigo sin tener Facebook, así que mis visitas a su página serán más bien escasas.

Pero suerte, mucha suerte!!!