domingo, 9 de septiembre de 2012

Las pequeñas diferencias

Hace tiempo que no posteo nada, más por falta de tiempo que por otra cosa. Llevo ya un tiempo aquí en Frankfurt, y lo mismo merece la pena comentar un poco cómo es la vida en Alemania.

El caso es que a grandes rasgos es todo lo mismo que en España: Te vas a trabajar, estás sentado en tu ordenador la mitad del día, luego al gimnasio o a casa, te vas a dormir y al día siguiente igual. Pero claro, luego están las pequeñas diferencias.



En Frankfrut hay más fiestas populares de las que te puedas imaginar: Cada fin de semana hay una feria, unos conciertos al aire libre, una carrera popular. Durante el verano salen de casa todo lo que pueden, ya que el resto del año el frío lo impide. La cerveza es más barata que el agua, y ésta por defecto te la sirven con gas. Si quieres agua normal tienes que pedirle al camarero que te la traiga sin gas. Si te pides un vasito de cerveza en alguno de esos eventos al aire libre, te cobrarán 5 euros y te darán una ficha. Cuando acabas les devuelves el vaso y te reembolsan 2 euros. Te cobran el agua siempre, y si pides agua del grifo te miran con cara rara. El servicio en los restaurantes y bares es lento y frecuentemente poco amable. Donde están esos camareros españoles con 5 platos en cada mano sirviendo con una sonrisa...

Frankfurt es la sede del banco central europeo, y hay bancos para aburrir. Te ves enchaquetados por todos lados, pero muchos de ellos van a trabajar en bicicleta. Los carriles bici están por todas partes, y los ciclistas son bastante agresivos si te metes en su camino. En el metro, es natural llevarte una litrona y bebértela mientras viajas, mientras en España pensarían que eres un borracho terminal

El alemán es opcional. Casi todo el mundo habla inglés. Algunos compañeros de trabajo llevan aquí 5-6 años y no hablan una palabra de alemán. Te cobran las bolsas en todos los supermercados, y a nadie le parece extraño. Hay una obsesión por el cultivo ecológico, y hay bio-supermercados por todos lados.

Podría seguir con la lista, pero te haces una idea. Quizá la continúe más adelante. En fin, cosas de las que deberíamos aprender en España, y otras que podrían aprender ellos.