miércoles, 26 de octubre de 2011

Primavera árabe


Sentimientos encontrados con el fin de Gadafi. Por un lado me repelen los dictadores, y más si se creen los elegidos por la historia. Y por otro qué horror cómo ha terminado. Apaleado, sodomizado y ejecutado a tiros por una turba mientras pedía clemencia.

Y es que Gadafi estaba en el grupo de los dictadores 'simpáticos'. Que yo sepa no hay constancia de exterminios contra su pueblo antes de la guerra civil, era un excéntrico de chiste, y en ciertos sectores políticos se veía con buenos ojos el haberle plantado cara a los gringos en los 80. Más o menos como Fidel Castro. ¿Qué pasaría si al cubano le hicieran lo mismo?

Pero por otro lado era un iluminado, mantuvo la dictadura durante más años que ningún otro sátrapa del mundo árabe, y cuando comenzaron las revueltas se negó a salir del país incluso cuando el final estaba próximo. Hace falta ser gilipollas, o creerse el elegido de dios. Ambos caminos caminan paralelos al precipicio.

Aparte de la repulsión por la forma en que se produjo su final (aunque quizá merecido) pienso que posiblemente no estaría escribiendo este post si la ejecución no hubiera sido emitida casi en directo. A ver si en Siria ven las imágenes y dejan de matar a la gente, con la connivencia de los rusos y los chinos que están impidiendo acciones de apoyo a los rebeldes por la cochina pela.

1 comentario:

picasso dijo...

Al marido de mi amiga, la que está casada con un sirio, le han matado a un sobrino. Que pena de muchacho y de pais, que me consta es precioso y con muchos valores