viernes, 27 de julio de 2007

Personalitat


Algunas ciudades tienen personalidad arquitectónica. Que yo haya visto, en España hay dos: Sevilla huele a barroco. Hasta los edificios modernos tienen un aire barroquizante. Barcelona huele a modernismo. Es frecuente dar un paseo y encontrarte edificios modernistas incluso en calles poco frecuentadas. Y no me refiero a encontrarte con la pedrera, o la casa Batlló. No solo de Gaudí vivió el modernismo.

La personalidad de una ciudad es algo que yo aprecio, y que creo les da una ventaja a estas ciudades desde un punto de vista cosmopolita. En un mundo cada vez más estandarizado las ciudades se tendrán que distinguir de algún modo las unas de otras. Barcelona ya tiene ese camino andado. Madrid aparentemente también, ya que las zanjas y obras eternas la pueden convertir en 'La ciudad en que el alcalde busca un tesoro enterrado'.

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